P. N. Ordesa y Monte Perdido

La extrema aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, contrasta con los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas y atraviesa cañones y barrancos.
– Fecha de declaración: 16 de agosto de 1918. Recalificación: Ley 52/1982 de 13 de julio.
– Superficie: 15.608 hectáreas
– Coordenadas: 42º40’18»N 0º3’20»E
– Teléfono: (+34) 974243361
– Redes supranacionales: Reserva de la Biosfera (1977). Diploma del Consejo de Europa a la Conservación (1988, 1993, 1998)
– Patrimonio Mundial de la UNESCO (1997). ZEPA (1988)
– Carta de cooperación entre el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y e lParc National des Pyrénées en Francia.
Existen cinco sectores: el macizo de Monte Perdido y cuatro valles que se despliegan hacia la vertiente española.
Valle abierto, espacioso, recorrido en toda su longitud por el río Arazas, hasta su confluencia con el Ara, presenta un claro origen glaciar con forma en artesa o perfil de U, resultado de una actividad erosiva completada por la impronta fluvial. Un valle de estructura especial y de aspectos geológicos singulares, relieve y forma característicos, determinados por su naturaleza calcárea.
– Cascadas del Arazas: el río Arazas recorre a lo largo de 12km el fondo del valle de Ordesa. Son de destacar sus numerosas cascadas: la Cola de Caballo en el circo de Soaso, las Gradas de Soaso, las cascadas del Estrecho, de la Cueva, de Arripas y las menos conocidas de Abetos, Tamborrotera y Molinieto.
– Circo de Carriata: Circo lateral de origen glaciar. Sobresale el relieve característico del Tozal del Mallo, con 300 metros de pared vertical.
– Circo de Cotatuero: Amplio circo glaciar, situado al este del de Carriata. Tiene un paso delicado con clavijas que permiten salvar la impresionante verticalidad de un terreno rocoso.
– Circo de Soaso: Cabecera del valle del río Arazas donde se aprecia la belleza de la famosa cascada de la Cola de Caballo. Punto de acceso al refugio de Góriz, distante a una hora. Panorámica de las Tres Sorores.
– Faja de Pelay: Cornisa suspendida que permite excelentes panorámicas del cañón del río Arazas. Se debe acceder a ella tomando en La Pradera de Ordesa la pendiente Senda de Cazadores hasta el mirador de la proa de Calcilarruego. Se desaconseja tomar la faja desde el circo de Soaso.
– Bosque de Turieto Bajo
El Macizo del Monte Perdido, de naturaleza caliza, ilustra de forma clara episodios decisivos de la orogénesis pirenaica. Por su altitud y posición central en la cadena pirenaica es también lugar de importantes contrastes climáticos que a su vez condicionan el establecimiento de medios biológicos variados, particulares a este macizo y que tienden a favorecer la biodiversidad.
– Refugio de Góriz: Refugio de montaña guardado, punto de pemocta y partida para la realización de numerosas ascensiones y travesías por el macizo de Monte Perdido. Capacidad para 100 personas con prioridad para federados.
– Llanos de Millares entre el refugio de Góriz y la Brecha de Rolando.
– Monte Perdido con 3.355 metros de altitud, es la máxima cota del Parque Nacional y tercera cima en altura de los Pirineos. Forma parte junto con el Soum de Ramond y el Cilindro del macizo de Las Tres Sorores o Treserols.
– Brecha de Rolando a 2.807 metros de altitud, con 100 metros de alto por 40 de ancho abre el paso fronterizo entre España y Francia.
Valle angosto a través del cual busca su salida el río Bellós, el cual atraviesa recoletos rincones naturales, encajado en una grandiosa garganta fluvial. Desde lo alto, la vista es impresionante.
– Desfiladero de las Cambras: Parte inferior del Cañón de Añisclo que es recorrida por una carretera asfaltada.
– Cuevas de San Úrbez y de los Moros. La primera, cerca del puente del mismo nombre, compone una oquedad en la pared de Sestrales donde existe una ermita dedicada a este santo que vivió por estas tierras. La cueva de los Moros, junto a los restos del molino de Aso.
– Bosque de la Ripareta: Masa boscosa de hayas en la confluencia del barranco de la Pardina con el río Bellós.
– Refugio de San Vivienda: Tradicional refugio de pastores. Su situación en la parte superior del Cañón de Añisclo permite admirar un soberbio paisaje con el macizo de las Tres Sorores de fondo.
El espectáculo majestuoso de la Paredes de Pineta sobre los doce kilómetros del valle, ofrece en la umbría muros estriados donde los estratos se apilan de forma de forma desordenada sólo en apariencia. En la solana, bosques y praderas de formas mucho más suaves y apacibles. Más arriba el altiplano de Marboré, a los pies del gigante del macizo y su glaciar, recoge morrenas y da vida al río Cinca.
– Pista de La Larri, de acceso restringido, desde las inmediaciones del Parador Nacional de Pineta circunrodea la parte inferior del circo de Pineta.
– Cascada de Pineta
– Balcón de Pineta y Lago de Marboré: Parte superior del circo de Pineta, situada bajo la cara norte y gélida del Monte Perdido, sobre la que descansan las aguas del lago de Marboré o de Tucarroya. De difícil y peligroso acceso durante la época invernal.
– Collado de Añisclo: Collado que desde el valle de Pineta da paso al Cañón de Añisclo, atravesando el macizo de Monte Perdido por el sector occidental de la sierra de las Tucas.
Aunque presenta analogías con sus valles vecinos de Ordesa y Añisclo, no se parece a ellos y, con toda propiedad, no es garganta ni cortadura, sino una formidable diaclasa, abierta en plena montaña, diría Briet. Circos, lapiaces, simas y barrancos configuran la solana del macizo. Desde cualquier ángulo se descubre el trabajo del hombre modelador del paisaje durante generaciones. Es precisamente la armonía que se establece entre la naturaleza y el asentamiento humano lo que le da a este valle su originalidad y grandeza.
– Puente y camino de los Mallos. En el Altoaragón se conoce con el nombre de «mallos» a los monolitos o resaltes rocosos que sobresalen por su tamaño en el paisaje. Desde Revilla conecta las dos vertientes del valle.
– Mirador de Anlitonés perfecto para admirar los más evocadores paisajes del río Yaga y el curioso fenómeno de la inversión térmica que se produce en estos cañones angostos del Alto Aragón.
– Cuello Viceto: Collado que, a 2.010 metros, separa los valles de Añisclo y de Escuaín.
Reserva de la biosfera
Así mismo, aunque no pertenece al Parque Nacional, cabe destacar el valle de Bujaruelo en la zona oeste. Menos conocido que Ordesa, no tiene nada que envidiar. Este valle es abierto y espacioso, y en él nace el río Ara. Merece la pena conocerlo.
Se accede a él siguiendo la carretera de acceso al Valle de Ordesa: en el puente de Los Navarros, tomando la pista que sale a la izquierda se puede llegar hasta la pradera de San Nicolás de Bujaruelo.
Desde aquí se pueden hacer excursiones por los cuatro valles:
– Valle de Otal
– Valle de Ordiso (cascadas y puente colgante)
– Valle de Sandaruelo (gabarnie y bernatuara)
– Valle del Ara
Destacan el macizo de Tendeñera y el Vignemale.
Ya en el lado francés: el Valle y Circo de Gavarnie, otro impresionante circo glaciar que en su cabecera tiene la cascada más alta de Europa, con más de 400 metros de caída vertical.